Milei empezó con la “rosca” y la negociación política con la denostada casta. Mariano Cúneo Libarona y Diana Mondino tienen el boleto picado en el Gabinete.
Javier Milei hizo silencio cuando Guillermo Francos entró a su despacho. Dirigió su mirada al jefe de Gabinete e irónico interrogó: “¿Pero qué hacés acá, si te había echado”. A Francos se le iluminó su pálido rostro: “Javier, estoy acá porque soy insistidor”. Hubo una carcajada cómplice. Eran testigos ocho senadores.
Ocurrió el miércoles. El acting de ambos fue para desmentir su renuncia y las versiones de que Pato Bullrich iba a reemplazar a Francos. También, para terminar un fin de semana turbulento, en el cual Francos evaluó pegar un portazo. El jefe de Ministros comentó sus tribulaciones a varios confidentes. El sábado mascullaba bronca mientras hacía -acompañado- su caminata por el Golf en Nordelta. Estaba furioso por la desautorización pública de Manuel Adorni y sugirió su salida al propio Santiago Caputo.
La cuestión se obturó. El “mago” acusó en la intimidad a Mauricio Macri por esparcir los rumores y en la mira está Fernando De Andreis. Pero las cosas se encarrilaron. Milei les dijo a los senadores: “Guillermo es como un hermano y amigo”.
La reunión formó parte de un estratégico giro político de la Rosada: Milei empezó con la “rosca” y la negociación política con la denostada “casta”. El miércoles tuvo un primer éxito: logró frenar que le volteen el veto. Ahora va por otra batalla: las universidades y la SIDE. El miércoles a noche el “triángulo de hierro” festejó en Olivos. Ya Milei estaba contento: conocía algo que ayer anunció el FMI.
Kristalina Georgieva decidió correr a Rodrigo Valdés de la negociación con Argentina. Fue un pedido de Milei y una decisión política de Washington: Argentina ahora no podrá objetar las sugerencias y objeciones del FMI.
Valdés también respiró aliviado. Hace una semana dijo en un call: “Yo no quiero terminar en la biblioteca o echado como Alejandro Werner”. Valdés mantiene su influyente cargo. En privado, Milei lo acusó de “mala leche” con Argentina, y en público – insólitamente – de “izquierdista”. Kristalina desea que la tensión personal desaparezca. Pero no los reclamos del FMI: unificación cambiaria que implica una devaluación del 30% , y eliminación del cepo.
Como anticipó Clarín, la negociación queda a cargo de Luis Cubeddu. Se trata del segundo de Valdés. El funcionario le reportará a Gita Gopinath, la mujer fuerte del FMI y también con una actitud inflexible hacia Argentina.
Milei logró en el Congreso algo incipiente, pero trascendente: el nuevo interbloque oficialista ahuyenta cualquier movida de juicio político. Esta cuestión se evaluó en la UIA y también en Adeba. Los “popes” hacen consultas permanentes con analistas de fuste. Uno de ellos es el influyente Miguel Peirano y otro, el legendario Ricardo Arriazu. Opinan distinto, pero ambos comparten una particularidad: son herméticos y tienen la confianza del “círculo rojo”. A los nuevos militantes mileístas – como el tucumano Mariano Campero – se los denomina “radicales peluca”. Es en alusión a la melena de Milei: pegaron un “salto” copernicano y se acercaron al calorcito de Olivos en busca de una recompensa. La negociación fue una decisión de la nueva “mesa política”. Patricia Bullrich fue incorporada a ese selecto grupo y tuvo activa participación en el armado.
Eso tejió una telaraña de versiones. Mauricio Macri se atragantó cuando se enteró.
El jefe del PRO habló con Milei sobre la necesidad de “hacer política”. Pero a Mauricio nunca se le ocurrió que su recomendación terminaría con Pato en esa poltrona de privilegio. Sería una vendetta de Santiago Caputo.
La “mesa” quiere aprovechar el principal activo político de Milei: enfrente no tiene nada y por lo tanto ninguna figura opositora capitaliza sus errores. El PRO está fraccionado. La UCR, en su fratricida lucha, y el peronismo implosionado. La cuestión se trató en una cumbre entre Cristina y Sergio Massa. Ambos no la confirman. Ocurrió el martes. Se habló de todo y Cristina descalificó a Alberto: » Es un gordo pelotudo”.
En la primera reunión de la “mesa” se le dio un apoyo a Martín Menem. Fue porque Macri lo había denostado en la “cumbre de la milanesa”. Mauricio viajó y advirtió a su tropa: “Voy a esperar un mes, para ver si Javier cumple los compromisos”.
Bullrich habría sido la que sugirió abrir las negociaciones. Insiste en que hay muchos políticos que están dispuestos a saltar de bando. Pato actuó con la bendición del “triángulo de hierro”. En una cena, confió a sus asesores: “yo no me metía en la negociación si Milei no me autorizaba”.
Hay varios ministros que tienen vedada la “mesa chica”. Son los que tienen el boleto picado. Uno es Mariano Cúneo Libarona. Intenta sobreactuar su adhesión a Javo, pero eso lo introdujo en varios papelones. Su reemplazante sería Sebastián Amerio.
La otra es Diana Mondino. Karina Milei le rodeó el rancho y encima la canciller tiene a todos los diplomáticos en rebeldía. No la quieren echar: quieren que se vaya sola. Las turbulencias volvieron contra Sandra Pettovello. Sandra – íntima amiga de Milei – dice que le “hacen internas” y acusa que no la dejan trabajar tranquila. Milei la adora y la contiene. Pero Sandra está harta del acoso político interno. Ahora Milei está concentrado en el domingo. Hará un anuncio fuerte: anunciará una regla de oro para mantener el déficit en cero.
Javo se involucró en forma personal. Clarín confirmó que la decisión es “power”: el equilibrio fiscal se mantendrá siempre inamovible. Y también se incluye lo siguiente: en caso de volverse negativo, la Casa Rosada se compromete a frenar el gasto público hasta retomar el afrodisíaco equilibrio en las cuentas. Si hay superávit se bajarán impuestos. Así, Milei lanzará un mensaje clave: garantizar a los acreedores que va a abonar los fuertes pagos del 2025. Son cifras multimillonarias. Esta semana el Barclays emitió un informe inquietante. Sus economistas, Sebastián Vargas y Jasson Keene, tuvieron una conclusión: “Argentina no tiene reservas para abonar la deuda externa”.
El Presupuesto tendrá un duro debate. Su texto incluye la profundización de “la motosierra”. Toto Caputo primero debe obturar un “buraco” tributario: la eliminación del impuesto PAIS y la rebaja de Bienes Personales. También tendrá que bajar subsidios: aumentarían las tarifas un 100%. Caputo dio esta semana un informe secreto a Milei. Le tuvo que explicar por qué la inflación no perforó el 4%, como prometió Economía. Toto dice que fue fruto de la excesiva emisión monetaria, que provocó su propia estrategia cambiaria.
La negociación de Toto con los jeques árabes tuvo un traspié. El ministro decidió postergar su viaje a Arabia Saudita. Es cierto que todos los gobiernos se ilusionan con el cuento de las “mil y una noches” y la promesa de los abundantes petrodólares. Aquí negoció Gastón Marquevich, jefe del Fondo Saudí. Argentina busca US$ 10.000 millones para levantar el cepo. Pero las condiciones serían inaceptables.
Hoy, el paro aeronáutico hará un desmadre. Aerolíneas ya convocó a una asamblea accionaria: será el miércoles próximo y se exigirá la expulsión del directorio de Pablo Biró. Una semana después habrá otra cumbre. Esta sería secreta y de alto voltaje político. Fabián Lombardo – titular de Aerolíneas – la está armando: una compañía internacional de primer nivel firmará un acuerdo para invertir en Aerolíneas.